¿Cuándo fue la última vez que dejó de hablar el tiempo suficiente para realmente comprender a otra persona? Con mucha frecuencia, escuchamos con un oído, estamos más ansiosos por responder que por comprender. Y sin embargo, escuchar, escuchar sinceramente, es uno de los hábitos más poderosos de una persona altamente eficaz. La diabetes sin dudas produce muchas emociones. Aunque necesite expresarlas, primero debe estar su deseo por escuchar.
¿Por qué? Al escuchar a su médico y a su educador de diabetes aprenderá las habilidades prácticas del autocontrol. ¿Y los miembros de la familia y el empleador? Ellos necesitan ser comprendidos, también, especialmente si usted desea que cambien algunos de sus comportamientos. Cuando una persona se siente comprendida y valorada, está más abierta a las necesidades de la otra persona.
Escuche con la mente y el corazón. Hágale saber a la otra persona que lo comprende. Luego, hágase comprender, en una manera clara y honesta, viendo la situación a través de los ojos de la otra persona. ¿Se da cuenta de qué forma la práctica del hábito 5 aumentará enormemente su habilidad para enfrentar la diabetes de forma saludable? Al procurar primero comprender, luego ser comprendido, abre la puerta a las soluciones creativas para ganar-ganar. Las diferencias ya no son problemas sino escalones hacia el hábito nro. 6: sinergice.